Ska-fandra

Tuc-pa, tuc-pa. Batería al palo, un riff enfermizo y una vocal bien estirada:

"EEEEEEEEEEEEEEEEE"

Así arranca el primer disco de Peligrosos Gorriones, editado en 1993, año clave para el Nuevo Rock Argentino, la movida sónica, alternativa y como verga te guste llamarla. Pensá en Los Brujos, Babasónicos (con Pasto, discón de 1992), ***El Otro Sho*** (aiii, te amoh xmf), o Martes Menta (con un Minimal con acné aún, reversionando a Spinetta en 17 Caramelos).

Algunos bandas miraban a Manchester, otros a Seattle. Si querías hacer las dos cosas al mismo tiempo, podías mirar MTV y encontrarte con el video de "Escafandra" una y otra vez, como en repeat. El buceo era una obsesión en la lírica de Francisco Bochatón, como la tristeza ("Siempre acampa", otro hit del álbum) y los poetas surrealistas y piruchos como Oliverio Girondo. Chequear "El bicho reactor" y ese estribillo pegajoso que dice: "mi aliento es insecticida" (¿O en realidad sería por Incesticide, el tercer disco de Nirvana? ¡Oooh!).

Mención aparte para la tapa del disco, una de las más feuchas del rock argentino.

PELIGROSOS GORRIONES (1993):
1- Escafandra
2- Trampa
3- Tesoro
4- El Bicho Reactor
5- Rayo De Amor
6- Panza De La Araña
7- Siempre Acampa
8- Un Ardiente Beso
9- La Mordida
10- Nuestros Días
11- Estos Pies
12- Honda Congoja Y Pesar
13- Cachavacha
14- Cacería De Caballos

BAJALO, PAJARÓN