El aura de Joy Division, el fantasma de la Velvet y mas clasificaciones están bien para la prensa especializada, pero son apenas descripciones vagas que no llegan a ningún lado, salvo la superficie. Claro que muchas veces suenan a White Light / White Heat, pero eso es algo casi genético que les toco a los Interpol por haber nacido (al menos, como grupo) en Nueva York, mas que algo buscado. No se trataba entonces y no se trata ahora de una banda ''revival'' tan en boga a principios del 2000.
Emotivo y sincero pero controlado para no llegar al punto de ser emo o autocompadeciente. Furioso y salvaje, pero no tanto como para llegar a ser sociopata. No hace agua por ningún lado. Cuando hay que romper todo lo rompe, cuando hay que calmarse y verse la punta de los zapatos lo hace. Mientras la atmósfera cavernosa del disco increpa desesperadamente a un lenguaje en particular: El de ciudad cuando cae la noche. El reflejo de luces en los autos, el olor a vino derramado en alguna fiesta, los amigos que fallan y los que no, el sexo y su turbulenta relación con lo que aveces se conoce como ''amor'', las mujeres, la perdida, la alegria. La noche como lugar aparte del mundo. La noche como abstracción. Todo en 11 canciones llenas de una pasión casi palpable.
Es probable que nunca la banda vuelva al nivel de este disco. Pero después de semejante obra, lo mínimo que uno puede hacer es perdonarlos, y entenderlos. Hay cosas que son irrepetibles, y esta muy bien que así sea.
Interpol - Turn On The Bright Lights (2002)
- 1. Untitled
- 2. Obstacle 1
- 3. NYC
- 4. PDA
- 5. Say Hello to Angels
- 6. Hands Away
- 7. Obstacle 2
- 8. Stella Was a Diver and She Was Always Down
- 9. Roland
- 10. The New
- 11. Leif Erikson
1 escucharon:
Bandaza, discazo.
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